En la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) comienzan a sonar tambores de huelga: el Sindicato del Personal Académico y la Rectoría, han profundizado sus diferencias y ambas partes se negaron a ceder, en el marco de las negociaciones anuales del Contrato Colectivo de Trabajo 2019.

El rector, Carlos Natarén Nandayapa señaló: “la UNACH manifiesta su disposición al diálogo con el SPAUNACH; existe apertura de las autoridades para reiniciar el diálogo con el Sindicato”, que se rompieron el viernes pasado.

Y matizó: “La UNACH propuso un programa de recategorizaciones, con reglas claras y estricto apego a la ley. Con ello, evitamos la opacidad y la injusticia entre los académicos. El SPAUNACH rechazó la propuesta”.

Los maestros le contestaron: “todos los presentes en la mesa de negociación escucharon por voz de la Secretaria General de la UNACH (y así quedo grabado) que la postura patronal “es un NO, pero no un NO rotundo”, lo cual conlleva lingüística, gramatical y semánticamente a un extraño juego de significantes y significados: el “no” es “no”, puesto que jamás se señalaron propuestas para análisis que pudieran paliar en cierto modo ese “no” (que no era un “no” rotundo)”.

“Ciertamente, el SPAUNACH procedió a la ruptura de negociación ante la postura intransigente y negligente, puesto que era intransigencia plena no dar propuestas en el marco de una negociación y negligencia total pedir más tiempo para “analizar” cuando desde el 07 de diciembre de 2018, lo llevaban analizando: o hay mala fe o hay incapacidad (y ambas cosas lesionan a toda la comunidad universitaria).

Maestros y Rectoría están entrampados en el punto que refiere a plazas de maestros fallecidos y jubilados, que durante los últimos años ha tocado al Sindicato ocupar con nuevos miembros, pero que en esta ocasión, Rectoría no quiere cederlas bajo el argumento que son parte de sus facultades del cargo.