Pepe Ortega I Día Uno I 01 02 2021 La mañana del jueves pasado, Margoth Chirino se enteró por los medios de comunicación de la muerte de Mariana Sánchez, y fue inevitable el recuerdo de su hija Denisse Roque, quien el 13 de febrero del 2020, fue localizada sin vida cuando tenía 26 años.
Igual que Mariana, Denisse pertenecía a la Secretaría de Salud; ejercía su carrera como químico farmacobiólogo en el hospital “Juan C. Corzo” de su natal Tonalá. También jueves:Hace un año, su familia acudió a la vivienda que Denisse alquilaba y la encontraron colgada en su pequeña galera.
Más tarde, las autoridades iniciaron las investigaciones, mismas que hoy mantiene inconforme a su familia.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas determinó que fue un suicidio, a pesar de que el cuerpo de la joven presentaba evidentes signos de violencia.
Tampoco había algún banco, una silla o algo, con el que cual pudiera alcanzar la soga.Además, su teléfono celular estaba ligeramente enterrado, a unos dos metros y medio del cuerpo.
Las primeras indagatorias señalaron que el organismo de la joven estaba limpio, sin rastros de haber consumido alcohol o alguna droga.
En esa ocasión, el responsable de la investigación atendió con desinterés el caso y de forma insensible a los familiares de Denisse Roque; se toparon con el peculiar estilo de frialdad que caracteriza a muchos funcionarios públicos.
En pocos días, la investigación se cerró y sin más se determinó que se había tratado de un suicidio. Margoth Chirino asegura que su hija nunca dio la más mínima muestra de querer terminar con su vida, pues disfrutaba mucho su empleo en el hospital y como fruto de ello, apenas cuatro meses antes había comprado un vehículo y ya planeaba comprar su casa.
En los primeros días, la familia buscó el respaldo de grupos y colectivos feministas, para que a través de ellos se hiciera algo de presión, pero sólo se comprometieron a ir a Tonalá y nunca cumplieron, aunque cuando se manifiestan, sí mencionan a Denisse. Margoth Chirino buscó los medios para que la carpeta de investigación no se archivara, pero la pandemia ha sido el pretexto ideal para que las autoridades olviden el caso, peor aún ahora que la escena de los hechos está habitada de nuevo.
El caso de Mariana ha hecho eco nacional; en el gremio de la salud, el estudiantil y en general en la sociedad. ¡Sólo esperemos que la presión social y mediática no provoquen que la Fiscalía caiga en la práctica común de buscar chivos expiatorios y exhibirlos a fin de calmar la ira de una sociedad cada vez más harta de esperar… ¡Justicia, Justicia, Justicia! Es lo que pide la madre de Denisse Roque.