El Movimiento Obrero Campesino Regional Indígena (MOCRI) topó con pared: dio por hecho que el gobierno de izquierda de Morena le permitiría seguir haciendo lo que durante 12 años quiso con invasiones, ocupaciones e ilegalidades que por fin llegaron a su fin.
Muchos sectores de la sociedad se volcaron en halagos hacia el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, en parte porque era una demanda ciudadana por ponerles un alto y en otra, porque el gobierno llegaba a los primeros cien días de gobierno y una acción legitimadora, potenció el respaldo ciudadano a su favor.