La densidad vehicular de Tuxtla Gutiérrez ha empeorado la calidad del aire que respiramos, sin que ello signifique que no podamos vivir en la capital, pero sí para tomar en cuenta las afectaciones al realizar actividades al aire libre.
La densidad vehicular de Tuxtla Gutiérrez ha empeorado la calidad del aire que respiramos, sin que ello signifique que no podamos vivir en la capital, pero sí para tomar en cuenta las afectaciones al realizar actividades al aire libre.