De toda la vida, la frontera cuidada y desarrollada ha sido la del sur de Estados Unidos con México, mientras que la porción centroamericana que nos corresponde como país, está rezagada en infraestructura y lo que es considerado territorio común y tierra de oportunidades, en Chiapas, la línea fronteriza que dibuja el rio Suchiate, es un foco rojo prendido: zona de exclusión de la ley.

Ahora que ha cambiado la geopolítica a partir de los tuitazos de Donald Trump, con los cuáles sometió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para reducir el número de migrantes que buscan llegar a su país, es posible que veamos la conversión de la frontera sur en un cerco amurallado, controles policiales y uso de tecnología para tratar de controlar este fenómeno que se registra en todos los continentes del planeta.

Es quizás, así lo observan estudiosos de la materia, el momento oportuno para modernizar el paso fronterizo de más de 600 kilometros entre Chiapas y Guatemala, para revivir temas asociados como las cuencas transfronterizas, la línea ferroviaría que llega hasta el cono sur y las políticas de desarrollo que son recetas mexicanas para paliar el exodo masivo de centroamericanos.

Una frontera es oportunidad de conexión entre pueblos, pero la frontera sur de México, al menos la que colinda con Guatemala y Belice, es un espacio dentro del mapa que gobiernan las mafias, tanto de drogas, armas, como de trata de personas. Si en algún nomento la cosecha del café fue el atractivo mexicano para quienes buscaron inicialmente el sueño americano, el proceso de modernización de la frontera, la generación de empleo y mano de obra, será el nuevo plus que ofrecerá la 4T a quienes se queden a vivir en Chiapas.

Claro que para López Obrador es una oportunidad para cerrar fronteras sin salirse de su discurso humanista de ayuda, defensa y respaldo al mundo migrante, porque podrá argumentar que son acuerdos de buena vecindad y pactos que Estados Unidos demanda para no iniciar una guerra comercial.

Es la hora de la frontera sur y un lado bueno, habremos de encontrarle.

#Orbitales

ATÓMICO | El Centro de Derechos Humanos Humanos K’untik, de Diego Cadenas Gordillo, denunció amenazas y agresiones en contra de su persona y de sus compañeros en diferentes momentos. La lucha a favor de los desplazados indígenas internos lleva varios años buscando el retorno seguro, una situación no resuelta del todo, sin condiciones, sobre las que el Gobierno del Estado trabaja paso a paso, según nos dijo el Secretario de Gobierno, Ismael Brito Mazariegos.

MOLECULAR | Con este salvamento más reciente de la patria, frente a la abusivez de Estados Unidos, escuchamos también el disparo de salida para una carrera presidencial en la figura de Marcelo Ebrard Casaubón, canciller mexicano, que se presenta en todos los espacios donde se le permite exponer los alcances, como un bien articulado futuro candidato presidencial. Guardemos este comentario. Lo vamos a desempolvar en los linderos del 2024.

POLITICÓN | Tiene más posibilidades de revivir el PAN en Chiapas, que el PRD o el Movimiento Ciudadano, sobre todo, cuando el mercado de militantes está saturado y las franquicias locales como Mover a Chiapas y Chiapas Unido, están haciendo lo propio y no se han quedado en el estatismo. Pero Acción Nacional intenta recobrar sus brios, aquellos añejas de campañas “pie tierra” que tanto le redituraron; mientras el PRI se muerde la cola y eleva el dedazo que habrá de elegir a su nuevo líder, la clásica maniobra que todos conocemos.

Por: Miguel Ballinas

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