La violencia contra niñas y mujeres en México no para. El pasado 9 de febrero se cumplió un año de uno de los crimenes más atroces de los que se ha tenido registro, La joven Ingrid Escamilla fue masacrada manos de su novio.
El sujeto solo argumentó que estaba bajo los efectos de las drogas, como si eso fuera una justificación para lo que hizo. No se conformó con quitarle la vida a una mujer joven, de 25 años, “llena de ilusiones, metas y un corazón noble”, como la describen sus conocidos. Además, realizó toda clase de actos crueles contra su cuerpo al destazarla.
Este crimen indignó al país no solo por la brutalidad del hecho, sino por la exhibición de su cuerpo en las portadas de dos diarios de nota roja La Prensa y Pásala, donde mostraron su fotografía sin pudor alguno, desnuda y descarnada.
Lo que detonó varias marchas feministas, sólo uno se retractó y se comprometió a tratar los casos con la dignidad y profesionalismo.