Desde el Reclusorio Femenil de Tepepan en la Ciudad de México, Elba Esther Gordillo Morales gestó el Partido Redes Sociales Progresistas (RSP), como una de las alternativas para mantener el control del SNTE ante su desvanecida autoridad en el Partido Nueva Alianza.
Elba Esther sigue siendo la mujer más poderosa en el gremio magisterial en México, capaz de derrocar a Juan Díaz de la Torre y recuperar el liderazgo del SNTE, una de las agrupaciones más grandes de Latinoamérica.
Su visita a Chiapas no es una casualidad. En Chiapas, como en Oaxaca y Guerrero, tiene una base férrea de simpatizantes y ahora realiza asambleas estatales para lograr el 2 por ciento del padrón electoral, como requisito fundamental para crear un nuevo partido.
Y lo va lograr. Sin embargo, a sus 74 años, explotará su experiencia, sus gloriosos años en el poder y mantendrá su madura monarquía en la clase política y magisterial, pero sin la fortaleza y frescura de sus tiempos de plenitud.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha negado pacto alguno con ella, aunque en su campaña presidencial incorporó al nieto y yerno de Elba, René Fujiwara y Fernando González, respectivamente; y a pesar de haberla acusado de orquestar fraude electoral en su contra en 2006 para favorecer a Felipe Calderón.
Nota
La maestra Elba Esther Gordillo Morales es oriunda de Comitán, Chiapas; fue líder del SNTE durante 23 años, tres veces diputada federal y exsenadora expriísta, presa en el sexenio de Peña Nieto y señalada como una de las 10 personas más corruptas de México por la revista Forbes.