El papa Francisco cumple hoy 84 años y, como es habitual, no habrá celebraciones oficiales y seguirá con su agenda normal de trabajo, que incluye reuniones con algunos miembros de la Curia.
En este octavo cumpleaños como pontífice, marcado por la pandemia de coronavirus, no tendrá contacto con los fieles, como ha ocurrido en otros aniversarios que coincidieron con audiencias u otros actos y en los que Francisco recibió obsequios de los asistentes.
Uno de los primeros en saludar al papa fue el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. “Mis mejores deseos, Papa Francisco. Seguimos con el mayor respeto su compromiso con una Iglesia de proximidad, siempre atenta a las necesidades de los más pobres, los más frágiles, los más pequeños”, escribió el jefe de Gobierno.
Durante los últimos años, el papa no ha dejado de pedir que recen por él y también ha mostrado su deseo de tener una vejez “tranquila, religiosa, fecunda y gozosa”, tal y como expresó durante una Misa con los cardenales en diciembre de 2016.
Bergoglio, nacido en 1936, hijo de inmigrantes piamonteses, tiene pasión por la música, en particular por la Ópera, que seguía en la radio cada sábado por la mañana, y por el fútbol. Estudió y aprendió varios oficios y luego se graduó como técnico químico, pero el horizonte de su vida cambió y en 1958 entró en el seminario para realizar su noviciado entre los Padres Jesuitas.
El 13 de marzo de 2013 Bergoglio se convirtió en el primer Papa jesuita y proveniente del continente americano, además de ser el primero en elegir el nombre de Francisco, como el Santo de Asís que se preocupó por los pobres, los últimos, los enfermos y las criaturas de la Tierra, las mismas preocupaciones que marcan su pontificado.