Daniel Urbina |Día Uno
Mientras el mundo se prepara para ir de nueva cuenta a un confinamiento por rebrotes de Covid 19, México, Chiapas, Tuxtla Gutiérrez parecen gozar de la “ventana de traslado” que ofrece el virus en expandirse por todo el mundo: es decir, a esta región, de seguir como seguimos, estaremos nuevamente encerrados en diciembre próximo.
Se nos olvida, porque así es la idiosincrasia del mexicano, nuestra indolencia, nuestra auto conmiseración, que la pandemia está activa, que tienen que “retarnos”, medirnos, para usar cubrebocas, que parece que nuestros 80 mil muertos es asunto del pasado lejano y no tragedia de este mismo año que amenaza con cerrar con su rostro más asesino.
No nos ha terminado de “caer el veinte”, no hemos procesado el dolor de cientos de miles de familias que quedaron mutiladas porque perdieron a un ser querido de la forma más absurda posible, sin poder despedirnos como se debe, nosotros tan habituados a las liturgias de la muerte, a mentarle la madre por desdichada y abusiva.
Andamos por las calles, como si nada fuera verdad: nos evadimos desde el centro de nuestro #Valemadrismo, tenemos que volver a ver noticias de la tragedia lo más cercano que se pueda, para volvernos a quedar en casa y asustarnos, porque la reflexión, la responsabilidad, el autocuidado, pareciera que simplemente no se nos da.
Poco a poco le hemos ido perdiendo el respeto a este virus que mata a los más débiles, a nuestros abuelitos, hemos querido superarlo en número, como si al salir todos al mismo tiempo, generar inmunidad de rebaño nos garantice vivir a todos por igual.
No queremos llegar a diciembre confinados en casa porque somos seres libres que ni cuatro paredes nos permitirán estar al aire libre. Somos presas de nuestras pulsiones más básicas de egoísmo y narcisismo, que queremos estar ahí cuando suceda, morirnos nosotros y poder transmitirla en vivo.
El Covid 19 nos está viendo desde la otra orilla, preparado para darnos el segundo susto del año y no lo volteamos a ver, como suponiendo que, al ignorarlo, simplemente desaparecerá.
#UseCubrebocas #NadieSeMuereDeHambre #Rebrote
Pepe Ortega